Los errores tácticos de la dictadura
Los errores tácticos del régimen Ortega-Murillo han incrementado el descontento social, debilitando su base de apoyo y acelerando el proceso de implosión interna.
Los errores tácticos del régimen Ortega-Murillo han incrementado el descontento social, debilitando su base de apoyo y acelerando el proceso de implosión interna.
La crisis orgánica en Nicaragua, exacerbada por la dictadura Ortega-Murillo, refleja la inestabilidad socioeconómica y el enriquecimiento del gran capital, amenazando el futuro del país.
La dictadura Ortega-Murillo persiste a través de la represión y la corrupción, mientras enfrenta un proceso de implosión social y política.
La estrategia política debe debilitar al adversario y fortalecer el movimiento popular, creando un contrapoder para alcanzar la democracia y cambiar la correlación de fuerzas.
Entre 2018 y 2023, Nicaragua ha experimentado un crecimiento económico ficticio, con un aumento de la desigualdad y la precarización laboral, mientras la economía sigue dependiendo de remesas y préstamos externos.
El régimen Ortega-Murillo ha facilitado un proceso de enriquecimiento ilícito, saqueando los recursos del INSS y otros bienes públicos, exacerbando la desigualdad y deteriorando las condiciones de vida de la población.
El crecimiento económico de Nicaragua depende de exportaciones, remesas, cooperación, préstamos e inversión extranjera, concentrando el dinero en manos de la dictadura y sus aliados.
La dictadura de Nicaragua enfrenta un creciente descontento social y una implosión sociopolítica lenta, mientras intenta mantener el control mediante la represión y la manipulación, ignorando los cambios subterráneos que la debilitan.