Memoria histórica, amnesia política y dictadura
El estallido social de abril 2018 marcó el inicio del declive de la dictadura Ortega-Murillo, exponiendo su represión y deslegitimando su poder ante la comunidad nacional e internacional.
El estallido social de abril 2018 marcó el inicio del declive de la dictadura Ortega-Murillo, exponiendo su represión y deslegitimando su poder ante la comunidad nacional e internacional.
La historia de Nicaragua muestra cómo las estrategias del pasado se repiten hoy, con el régimen Ortega-Murillo intentando asegurar su control y dominación, similar a la dictadura de Somoza.
El crecimiento económico de Nicaragua depende de exportaciones, remesas, cooperación, préstamos e inversión extranjera, concentrando el dinero en manos de la dictadura y sus aliados.
La estrategia del gradualismo político híbrido implica usar diversas tácticas de poder, desde la represión hasta la manipulación, para mantener el control y la hegemonía.
La implosión del régimen se desarrolla gradualmente, alimentada por la represión y la falta de libertades. La estrategia debe centrarse en debilitar los pilares de la dictadura, aprovechando sus errores y fomentando las «termitas» que socavan su base.
La dictadura de Nicaragua enfrenta un creciente descontento social y una implosión sociopolítica lenta, mientras intenta mantener el control mediante la represión y la manipulación, ignorando los cambios subterráneos que la debilitan.
La dictadura Ortega-Murillo utiliza falsedades para permanecer en el poder, mostrando su debilidad y descomposición interna.
La represión del régimen busca infundir terror, mientras la implosión avanza. Ortega no distingue entre realidad y mentiras, creando un peligroso caldo de cultivo.
La dictadura Ortega-Murillo se sostiene con represión y corrupción. La estrategia es fragilizar sus pilares para facilitar su caída.
La liberación de presos políticos en Nicaragua depende del desgaste del régimen, la presión de la población y sanciones internacionales, creando una situación insostenible para Ortega-Murillo.