La degradación teatral de la política
El régimen Ortega-Murillo utiliza la propaganda y manipulación para mantener su poder autoritario, reprimiendo la libertad y derechos humanos, mientras teatraliza la política y silencia a sus opositores.
El régimen Ortega-Murillo utiliza la propaganda y manipulación para mantener su poder autoritario, reprimiendo la libertad y derechos humanos, mientras teatraliza la política y silencia a sus opositores.
El análisis político revela cómo el autoritarismo en Nicaragua persiste debido a la corrupción, la represión y la complicidad de las elites políticas y económicas.
Entre 2007 y 2017, Nicaragua experimentó crecimiento económico, pero también aumentaron la desigualdad y la pobreza, a pesar de la significativa cooperación internacional.
Las calles y plazas reflejan los conflictos sociales y políticos. La represión de la dictadura busca mantener invisibles las demandas de los excluidos, mientras el deterioro social se agrava.
El crecimiento económico de Nicaragua depende de exportaciones, remesas, cooperación y préstamos, concentrando el dinero en manos de la dictadura y sus aliados, incrementando las desigualdades.
El «capitalismo de amiguetes» en Nicaragua, promovido por Ortega-Murillo, combina corrupción, represión y dependencia económica para mantener el poder y controlar los recursos del país.
El régimen Ortega-Murillo ha fomentado la corrupción y el enriquecimiento ilícito, creando una alianza con el gran capital y reprimiendo a la población para mantener el poder.
El análisis del 2023 en Nicaragua revela un régimen en declive, marcado por la represión, corrupción, y una crisis socioeconómica creciente, alimentando el proceso de implosión y la resistencia popular.