La Banda de los Cuatro acelera la descomposición del régimen Ortega-Murillo. La represión, el estancamiento económico y los errores no forzados profundizan la crisis. La Chayoburguesía impone su dominio mientras crecen las grietas en los pilares del poder. La implosión es inevitable y avanza silenciosamente.
La dictadura Ortega-Murillo profundiza la crisis en Nicaragua con represión, desigualdad y control del Gran Capital. La inseguridad económica y social crece mientras el régimen endurece su aparato represivo. La lucha por la democracia exige lucidez, unidad y acción urgente para enfrentar la corrupción y la opresión antes de que sea demasiado tarde.
La dictadura Ortega-Murillo enfrenta un colapso inevitable. La crisis económica, la dependencia de remesas y la corrupción desgastan el sistema, mientras crecen las contradicciones internas y la presión internacional. La represión busca frenar el descontento, pero la caída del régimen es solo cuestión de tiempo.
La dictadura Ortega-Murillo enfrenta un proceso de implosión debido a sus errores tácticos, represión indiscriminada y descomposición interna, que alimentan el descontento social y la fragilidad del régimen.
La implosión de la dictadura es un proceso similar a la acción de las termitas, debilitando desde dentro hasta provocar su derrumbe.