El Grupo de Puebla es un foro político integrado por representantes de la izquierda política tradicional latinoamericana. Fundado el 12 de julio de 2019 en la ciudad de Puebla/México. Inaugurar un capitalismo con rostro humano, así podríamos sintetizar el ideario político del Grupo de Puebla.
El Grupo de Puebla pide más democracia, reformas tributarias, combatir la desigualdad, salud universal, luchar contra la impunidad, el calentamiento global y la corrupción, todo lo contrario a lo que implementa cotidianamente la dictadura orteguista. A cualquier demanda popular, Ortega prefiere dar una respuesta policial o paramilitar porque así queda mejor con su base social fanatizada y le permite mantener sus negocios a la sombra del poder a través de canales opacos. Cree que la tensión y la manipulación ayuda siempre al autócrata. En el caso de Nicaragua, el Grupo de Puebla están apostando a lo contrario de lo que dicen defender, olvidan que en política la forma es fondo.
En todo el documento final, no hay mención, aunque sólo sea de pasada, a la represión ni al encarcelamiento de opositores nicaragüenses por el delito de pensar diferente. No señalan el peligro para la democracia que las políticas neoliberales y autoritarias del régimen orteguista han producido un avance de las ideas fascistoides en las organizaciones paramilitares y en la policía. Ante peligro inmediato de mayor aislamiento, la dictadura pueda implementar un nuevo paquete de leyes para despojar a una persona opositora de su nacionalidad o expulsarlos del país. Estrategia utilizada en el pasado por la dictadura somocista en los años 30 y 40 del siglo XX.
El Grupo de Puebla apuesta por la superación de la desigualdad social, la búsqueda de una nueva política económica, la transición ecológica, la integración como construcción de la región y una nueva institucionalidad democrática. ¿No explican cómo se puede luchar contra el neoliberalismo sin cuestionar las distintas formas de capitalismo de compadrazgo que se implementa en Nicaragua?
El Grupo de Puebla propone, también, un modelo basado en un enfoque de género y diferenciado con miras al abandono definitivo del anacrónico modelo neoliberal. Modelo implementado por Ortega-Murillo, tiene una vocación extractivista, que ha dejado efectos difícilmente reversibles sobre el medioambiente, también ha significado alarmantes niveles de concentración de la riqueza que convierten al país en el más desigual de la región centroamericana.
¿Cómo luchar por la democracia sin cuestionar la corrupción de la dictadura Ortega-Murillo? El Grupo de Puebla mira hacia otro lado ante la impunidad y la represión política en Nicaragua y, avala las políticas implementadas por Ortega-Murillo, las cuales dice combatir. No condena las leyes antiterroristas de la dictadura para reprimir al pueblo ni la politización de la justicia, las últimas leyes aprobada ha sido un verdadero golpe de Estado judicial. La dictadura quisiera que su guerra contra el pueblo (exilios, asesinatos, cárceles y represiones) quedase a puerta cerrada, enmarcada en un cementerio de información.
El Grupo de Puebla, tampoco demanda a la dictadura frenar a las acciones de los paramilitares ni solicita garantizar la vida de los dirigentes campesinos, estudiantes, ciudadanos autoconvocados ni trabajadores del campo y de las ciudades. Ignora al movimiento político nacido a raíz de Abril-2018 favorable por una democracia que venga desde abajo. Ni pide la liberación de todos los presos políticos y trata de desculpabilizar inadmisiblemente lo que está ocurriendo en los últimos años en Nicaragua.
El Grupo de Puebla no puede justificar la encarnizada destrucción de los derechos humanos en Nicaragua, ya que la política represiva incide en nuestras vidas y puede incidir en nuestras muertes. Aunque el Grupo de Puebla haya aprobado una resolución favorable a la dictadura Ortega-Murillo, ello no le lava la cara ni le limpia el pasado de crímenes de lesa humanidad cometidos en el 2018. Después de lo dicho, cabe preguntarse: ¿De qué lado está el Grupo de Puebla? ¿Con la dictadura Ortega-Murillo que asesina al pueblo o está a favor de la lucha del pueblo nicaragüense por la democracia?
Mi temor es, a nivel internacional, que dado que no hay una alternativa de contrapoder organizado a la dictadura, el pragmatismo político-diplomático gane fuerza y se produzca un cierto resquebrajamiento que permita aceptar, por la puerta de atrás, la permanencia de Ortega en el poder. A nivel interno, aún con timidez y lentitud, comienzan aflorar gestos de algunos poderes fácticos de aceptación del “orteguismo con Ortega”.