A propósito de las declaraciones del Obispo Carlos Herrera actual presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
Para que Herrera diera esas declaraciones indica que debe de haber habido conversaciones previas entre la CEN/Vaticano con Ortega. Brenes prefiere no ver involucrado su nombre en esa coyuntura para quedar siempre con una posición más independiente en caso que sea un fracaso y que Ortega no haga ninguna concesión que justifique la participación de la iglesia. La iglesia institucional manda a quemar a Herrera, que no tiene un perfil de tener un protagonismo en política nacional, para mantener “limpio” a Brenes.
Es muy posible que existe un acuerdo o anuencia previa de la Iglesia para participar en el diálogo promovido por Ortega y sectores del Gran Capital. También refleja tanto la correlación de poder interna dentro de la CEN como la lectura que hace la CEN de la situación actual, cuando menos, mayoritariamente. Creo que la línea del Vaticano es participar en diálogo, lo que significa oxigenar a Ortega.