El Presupuesto General de la República (PGR) del 2023 (PGR-2023) indica que el régimen proyecta gastar C$ 105,265 millones de córdobas (equivalente a US$ 2,924.0 millones de dólares). La proyección del ingreso de las remesas al finalizar el 2022 es de US$ 3,000 millones de dólares.
El presupuesto de ingresos (recaudaciones más donaciones) está calculado en C$ 109,989.5 millones de córdobas (equivalente a US$ 3,055.2 millones de dólares). Entre el 2019 y el 2022 los ingresos crecieron gracias a las remesas y al impuesto sobre la renta.
En el PGR-2023 se contempla un superávit de C$ 4,724 millones de córdobas, equivalente a US$ 131.22 millones de dólares. Es decir, el presupuesto de gasto es menor al presupuesto de ingresos. Para lograr ese superávit es necesario que no se produzca una caída de los recursos externos (préstamos y donaciones) y mantenga la recaudación presupuestada.
El gobierno establece un “colchón” para el 2023 previendo una adversidad económica producto de las repercusiones negativas de la prevista recesión de la economía mundial. Este “colchón” se puede lograr a base de las siguientes políticas: reducción de las exoneraciones que recibe el capital; incrementar la recaudación de ingresos, por ejemplo los tributos de las empresas pasaron de ser 40% en el 2017 al 52% del total en el 2022; reducir los salarios reales de todos los trabajadores del Estado; controlar los déficits de las empresas públicas; empequeñecer el número de trabajadores del Estado; reducir el gasto público en servicios sociales.
El PGR-2023 tiene presupuestado recibir un monto de donaciones por el orden de C$ 894.8 millones de córdobas (equivalente a US$ 24.85 millones de dólares), siendo los principales donantes la Unión Europea (US$ 6.24 millones de dólares) y el BID (US$ 5.91 millones de dólares).
El PGR-2023 contempla que el financiamiento externo (préstamos) de los organismos financieros internacionales está calculado a recibir US$ 448.16 millones de dólares.
Los tres principales financiadores previstos para el 2023 son: BCIE (US$ 308.58 millones de dólares), BID (US$ 69.5 millones de dólares) y Banco Mundial (US$ 35.78 millones de dólares) para un total de US$ 413.86 millones de dólares, equivalente al 92.34% del total de los préstamos.
Entre el 2018 al 2021, la cooperación internacional (préstamos y donaciones) al sector público alcanzó el monto de US$ 3,464.4 millones de dólares. De los cuales US$ 3,107.1 millones de dólares han sido facilitados por los organismos financieros internacionales BCIE, FMI, BID y Banco Mundial, equivalente al 89.68% del total. Es decir, el financiamiento internacional ha ayudado a sostenerse a la dictadura.
Tomando en cuenta que los ingresos proyectados para el 2023 alcanzan un monto de US$ 3,055.2 millones de dólares y conociendo que la proyección de las remesas está calculada en alrededor de los US$ 3,000 millones de dólares, lo que significa que las remesas son similares a todas las recaudaciones y donaciones que el país obtendrá en el 2023.
Sin embargo, el peso político de los migrantes nicaragüenses es nulo a pesar que aportan a la economía nacional más que cualquier actividad económica que se genera en el país. Un trabajo político de la diáspora y del exilio sería promover que los/las nicaragüenses en el exterior se constituyan en un poder fáctico para incidir en la vida política nacional.
Hay una cierta incertidumbre alrededor del comportamiento futuro de las remesas en el 2023 debido a que se prevé que tanto en los EEUU, Costa Rica y España las proyecciones son que las economías de estos tres países entren en recesión o enfriamiento económico con consecuencias negativas en el empleo de los migrantes nicaragüenses que envían remesas a Nicaragua.