El papa Francisco no se va a pronunciar sobre el caso del Obispo Álvarez y los sacerdotes encarcelados. Posiblemente la solución a la crisis será similar a la “salida” del Obispo Báez. La lógica predominante de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y del Vaticano es la no confrontación con el régimen, apuestan por la «cohabitación».
En base a la posición de la CEN el Vaticano apuesta por el diálogo. Una prueba es que los comunicados de las distintas Conferencias Episcopales latinoamericanas son más fuertes que el comunicado de la CEN. El Vaticano no se va pronunciar de diferente manera de la CEN, todo lo contrario seguirá la línea de la CEN: diálogo y cohabitación.
Si el Vaticano adoptará una posición más fuerte que la CEN sería desautorizarla, lo que nunca va a suceder. El Vaticano mantendrá sus relaciones con la dictadura, no hay ningún factor ni externo e interno que cuestione la estrategia del Vaticano y de la CEN que apuestan por el «diálogo y la cohabitación». El caso del Obispo Álvarez ha demostrado que los otros Obispos no lo acompañan activamente. Ni siguiera el Presidente de la CEN, el Obispo de Jinotega, lo ha visitado ni llevado alimentos para que resista más tiempo.
La resistencia de Álvarez se verá golpeada en la medida que su aislamiento, por las fuerzas policiales, le sigan impidiendo abastecerse de alimentos y agua. La posición de la CEN nos indica que ellos apuestan a que el caso Álvarez muera inanición/agotamiento en detrimento de las reivindicaciones de Álvarez.