Los cisnes negros son sucesos atípicos, raros, sorpresivos, fuera de las expectativas regulares, pero que tienen un impacto importante en el acontecer político, social o económico, dejando secuelas en la sociedad. “Cisne negro” es una metáfora que hace referencia a un acontecimiento impredecible, o inesperado, de gran impacto socioeconómico o político.
Se considera un “cisne negro” a aquellos sucesos que reúnan las siguientes características:
- Que el suceso sea, a priori, altamente improbable. En este sentido, que no existan conciencia de que el suceso es probable.
- Que el suceso tenga un impacto a gran escala en el país. Es decir, que tenga un gran impacto en los agentes socioeconómicos.
Una vez pasado, se analiza con visión retrospectiva, se racionaliza como si pudiese haberse previsto, tratando de buscar los hechos que llevaron a que ocurriese.
Abril del 2018 es, en la historia de Nicaragua, un “cisne negro”. De hecho, lo acontecido entonces ha tenido un impacto muy elevado, suficiente para cambiar los patrones de la política nacional; ha mostrado la necesidad de superar la cultura política tradicional, y cambió el rumbo de los acontecimientos que se desarrollaban entre el 2007 y 2017. Pese a no haber sido previsto, ha dejado secuelas que nos han hecho reflexionar sobre el desarrollo del país; desnudó a la dictadura, y mostró la necesidad de poner en primer plano los derechos humanos. Además, ha tenido gran relevancia e impacto para los agentes socioeconómicos, tanto para el Gran Capital como para toda la población (desempleo, pobreza, fuga de capitales, disminución de la tasa de ganancia, contracción económica, etcétera).
De cara al futuro, hay que tener presente que la ocurrencia del “cisne negro” no es predecible, pero, sin embargo, es posible. Y como sus consecuencias suelen ser determinantes para el conjunto de la sociedad, es importante asumir la posibilidad de la aparición de un “cisne negro”, y prepararse para hacerle frente.
Hay que considerar, por ejemplo, la posibilidad de la caída de la dictadura por el desarrollo no perceptible de un proceso interno de implosión. En otras palabras, un suceso catalogado como “cisne negro” puede ser la forma final como se puede manifestar el proceso de IMPLOSIÓN que se vive actualmente en el interior de los principales pilares que sostienen a la dictadura Ortega-Murillo.